Esculturas de Dazu: historia china sobre piedras

27.05.2011 14:10

   Diversidad de imágenes en las que se mezclan religiones, leyendas y  tradiciones, son el legado de antiguos artesanos en las Esculturas en piedras de Dazu, distrito a unos 165 kilómetros al oeste de la municipalidad de Chongqing, en el suroeste de China.

   En medio de un exquisito entorno natural, más de 50 mil figuras fueron talladas entre los siglos VII y XIV en grutas de esa localidad, las más antiguas pertenecientes a los primeros años de la dinastía Tang (618-907), aunque su principal período data del IX-XIII.

   Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, esas reliquias histórico-culturales tienen hoy un espacio especial en el museo que se comenzó a construir el pasado 18 de abril (Día Internacional de los Monumentos y Sitios) en el citado distrito.

   Consignado para velar por la protección y conservación de esos grabados rupestres, la institución, que cubrirá 6,6 hectáreas, expondrá además obras antiguas del budismo chino, esculturas labradas en roca y muestras de arte folclórico.

   El centro, cuya misión también es promover un mayor conocimiento de la diversidad y vulnerabilidad del patrimonio cultural nacional y los esfuerzos que se realizan para su resguardo, dispondrá de dispositivos digitales y multimedia para preservar y estudiar mejor esas valiosas piezas.

   Mientras su construcción –valorada en unos 44 millones 400 mil dólares- avanza, expertos restauran una de las más emblemáticas figuras de esas cuevas, la estatua budista de los mil siete brazos, de 800 años de antigüedad, como parte del primer proyecto de conservación de reliquias chinas talladas en roca.

   La obra, modelada durante la dinastía Song del Sur (1127-1279), posee además un ojo esculpido en la palma de cada mano.

   Denominada "Qianshou Guanyin" (Guanyin de las Mil Manos), representa a la deidad budista de la misericordia. La cueva donde se encuentra tiene 7,7 metros de altura y 12,5 de ancho.

   Con el paso del tiempo la estatua perdió su intenso color y parte de la pátina de oro de su cubierta. También presenta grietas y algunos de sus numerosos dedos están dañados. El actual proyecto de restauración es el más completo que recibe.

   Las esculturas rupestres de Dazu están repartidas en los flancos de cinco montañas escarpadas de ese distrito nombradas Baoding Shan –donde se encuentra la mencionada figura-, Bei Shan, Nan Shan, Shizhuan Shan y Shimen Shan.

   Un total 75 espacios protegidos en esos sitios albergan estatuas de un elevado valor artístico y únicas en su género, inscripciones y epígrafes formados por más de 100 mil caracteres chinos tallados en piedra que constituyen un extraordinario tesoro documental.

   Lo meritorio de estas reliquias, que destacan por su variedad en temas laicos y religiosos (coexisten en armonía de manera excepcional el taoísmo, budismo y confucionismo), es que reflejan amplia y vívidamente la vida social de la China de aquella época.

   Esas obras, además de representar el arte folclórico, incluyen tanto a personas pobres como a ricos, emperadores, ministros, oficiales, funcionarios y monjes.

   Otro aspecto exclusivo es su construcción de acuerdo con un diseño general. Las imágenes del monte Baoding, por ejemplo, están todas relacionadas, aunque ninguna se repite (tienen poses, expresiones y vestuarios diferentes).

   En China existen otros 100 conjuntos monumentales con estatuas talladas en la roca natural de montañas o cuevas. Las esculturas de Dazu son las más “jóvenes” de las reliquias que atesoran las cuatro más famosas antiguas grutas chinas (las otras tres –solo con efigies budistas- son Dunhuang, Yungang y Longmen).

   Preservarlas, por tanto, permite recordar una época de la rica y milenaria historia de este país y apreciar la evolución de su arte rupestre desde un estilo barroco hasta uno sublime, ingenioso y sutil en el paso por las dinastías Tang y Song (960-1279).

Escrito por: Teresita de J. Vives Romero


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