Renace Sanjiangyuan, torre de agua de China

14.04.2012 17:42

   Declarada Reserva Natural en 2000, Sanjiangyuan ve renacer su entorno gracias a los múltiples esfuerzos de los gobiernos central y local por recuperar un ecosistema rico en recursos hídricos, fauna y flora silvestre medicinal, pero ecológicamente muy frágil.
   La también clasificada Área Nacional Protegida en 2003 se ubica en el corazón de la meseta Qinghai-Tíbet, altiplanicie del noroeste chino cuya formación, hace 14 millones de años, fue un evento geológico que influyó, según expertos, tanto en el clima regional como global.
   Con una superficie de 150 mil kilómetros cuadrados, esa reserva, la más alta del mundo al situarse a unos cuatro mil metros sobre el nivel del mar, se había deteriorado en las últimas décadas debido al calentamiento global y el pastoreo excesivo.
   Sin embargo, los intensos esfuerzos gubernamentales a partir de 2005 para ayudar a rehabilitar su vitalidad natural muestran hoy frutos y el verde comienza a dominar en sus praderas y bosques.
   Solo en 2011 fueron plantadas cerca de 10 mil hectáreas en Sanjiangyuan, origen de los principales ríos del país (Amarillo, Yangtsé y Lancang), de ahí la denominación de Torre de Agua de China.
   A fin de proteger los pastizales y frenar la desertificación y expansión del desierto, otras mil 900 hectáreas se beneficiaron con proyectos de fijación y control de la arena, a lo que se sumaron prácticas de riego ahorradoras de agua.
   Entre los resultados, al menos el 95 por ciento de los árboles plantados a lo largo del ferrocarril Qinghai-Tíbet han sobrevivido, según informes recientes de la oficina de silvicultura de la noroccidental provincia de Qinghai.
   Las autoridades locales además asignaron más de 308 millones de dólares este año para ofrecer subsidios y recompensas a los pastores. Esa cantidad se suma a otras entregadas por el Gobierno con igual fin como parte de un programa para la conservación de los pastizales.
   Con esos fondos, aportados también en materia de capacitación y promoción de otras labores, los antiguos pastores de Sanjiangyuan pueden dedicarse a otras tareas como el desarrollo del turismo y la industria artesanal.
   China ha destinado 713 millones de dólares desde que en 2005 se lanzó el programa de conservación de la cabecera de los tres mencionados ríos, con el cual financió la eliminación del pastoreo ilegal.
   De igual modo, posibilitó la reubicación de la población hacia áreas con mejores condiciones socioeconómicas, así como el control artificial del clima y el incremento de la capacidad de agua de los ríos en la región afectada, según Chen Yongle, director de la oficina para la preservación de esas fuentes.
   Los glaciares -formados por la acumulación de nieve en el invierno- en la altiplanicie Qinghai-Tíbet, de 395 mil kilómetros cuadrados, son la principal fuente de agua de los sistemas lacustres de la zona y de la población china.
   El río Lancang (cauce superior del Mekong), corre hacia el sur para irrigar unos cuantos países del sureste asiático, el Amarillo se considera la cuna de la civilización china y el Yangtsé, que discurre por el territorio de esta nación, es el más largo de Asia y el tercero del mundo, tras el Amazonas y el Nilo.
   El área es también hábitat de muchas especies en peligro de extinción como el antílope tibetano, el yak y el leopardo de las nieves.

   A mediados de noviembre pasado el país anunció el establecimiento de una reserva natural en las cabeceras de esos ríos, la cual abarcará 21 distritos de Qinghai y cuatro prefecturas de la región autónoma del Tíbet, además de Golmud, localidad por donde pasa el ferrocarril que une a los mencionados territorios.
   La publicación de la iniciativa, que busca incrementar la cobertura forestal promedio en ese entorno de entre 15 y 20 por ciento para 2015 y de 25 a 30 para 2020, coincidió con la divulgación días antes del Informe Evaluación Nacional sobre el Cambio Climático.
   Ese último reflejó que los glaciares chinos retrocedieron un 10 por ciento en los últimos 60 años debido al aumento de la temperatura media global de la superficie terrestre, que en el país se elevó 1,38 grados Celsius de 1951 a 2009.
   A medida que la Reserva Natural de Sanjiangyuan se recupera y el entorno ecológico de los humedales mejora, ricas especies de aves silvestres, como los gansos ánsar llegan a los pantanos aledaños a los grandes lagos de la región.
   Junto a los citados programas se ejecutan otros en ese rico ecosistema que contribuyen a conocer más su geografía, como un estudio reciente de las plantas silvestres de Sanjiangyuan, banco natural, según se cree, de especies vegetales medicinales.
   Como parte de ese trabajo, especialistas de la Asociación de Flora y Fauna Silvestre de Qinghai y una compañía de medicamentos tibetana identificaron y registraron 575 variedades de hierbas con esa utilidad, seis de las cuales se desconocían hasta entonces.
   La investigación condujo a una detallada clasificación de los efectos medicinales de esas plantas, sus características y distribución geológica.
   De esta manera, se avanza en conseguir una adecuada armonía hombre-naturaleza, que de seguro también repercutirá en mayores beneficios para el planeta.

Autor: Teresita de Jesús Vives Romero

Fuente: Prensa Latina