Luz a la “sombra” de vectores

05.10.2010 13:25

   Ante la aparición de epidemias con gran repercusión tanto a nivel sanitario como socioeconómico y el resurgimiento de enfermedades transmitidas por mosquitos, científicos aúnan esfuerzos en la búsqueda de estrategias sostenibles que permitan revertir esa situación.

   Entre las primeras líneas de investigación estuvo el tratar de conseguir  animales transgénicos resistentes a los patógenos que dominaran las poblaciones de los zancudos, sin embargo, este método aún permanece en laboratorio, al demorar más de lo esperado, por no lograrse su superioridad.

   También se utilizaron machos estériles cuya progenie al aparearse con hembras salvajes vivía muy poco o moría, pero los mecanismos para provocar la infertilidad son ineficientes y si se liberan un tiempo demasiado prolongado, declinarían y colapsarían las comunidades de insectos. 

     Empero, otra de las vertientes con resultados alentadores es la de utilizar organismos distintos: bacterias que viven en los mosquitos y son utilizadas como agentes de biocontrol.

     Tal es el caso de un proyecto que abre esperanzas y da luz a la “sombra” causada por insectos que actúan como vectores de diversas enfermedades, incluidas dengue, malaria, leishmaniasis, oncocercosis, Chagas o Chikungunya, entre muchas otras.

      Se trata del programa liderado por Scott O’Neill, de la Universidad de Queensland, Australia, aprobado para los ensayos de campo y consistente en liberar al medio natural mosquitos Aedes aegypti con una cepa de la bacteria Wolbachia, a fin de controlar las poblaciones de los transmisores del dengue.

     La estrategia posee como ventaja que ese microorganismo tiene la habilidad de propagarse en las poblaciones de insectos y alterar profundamente su reproducción, para favorecer su propia supervivencia.

     Según expertos, en dependencia de la especie infectada, esa bacteria puede conllevar a distintas anomalías. En insectos suele causar la muerte de los embriones masculinos, y hasta la división entre especies (organismos que se pueden aparear y ser fértiles), por incompatibilidad genética.

       Normalmente, los mosquitos vectores del dengue (Aedes aegypti) no son susceptibles a la bacteria, por lo que los científicos la adaptaron para lograr la infección.  Con la cepa obtenida los expertos lograron acortar la vida de esos dípteros y bloquear así la transmisión del virus, ya que estos últimos necesitan un tiempo de incubación de alrededor de dos semanas para desarrollarse en el organismo anfitrión.

   Igualmente, consiguieron que solo haya reproducción en apareamientos de  machos y hembras infectados. La madre es quien pasa la bacteria a sus descendientes. La picadura también se afectó porque los mosquitos con el microorganismo son más débiles y los investigadores observaron  que en los tejidos de un mosquito donde hay Wolbachia, no puede vivir el virus del dengue.

      Scott O’Neill y su equipo liberarán los mosquitos infectados en enero de 2011 en lugares cercanos a la ciudad de Cairns, Australia, donde se reporta la enfermedad. El riesgo para la salud humana es despreciable, dijeron, al ser el patógeno muy conocido en varios insectos como las moscas de la fruta.

   El virus del dengue causa anualmente entre 50 y 100 millones de infecciones y  la muerte de 25 mil a 40 mil personas. Ante la falta de vacunas y tratamientos, el referido método podría marcar un paso decisivo en la lucha contra esa y otras muchas patologías asociadas a vectores.

   Además, el uso de la Wolbachia podría convertirse en una estrategia potencialmente barata para hacer frente al problema en las áreas urbanas, destacan los expertos. Sin embargo, ahora las expectativas se centran en  el comportamiento de esa bacteria fuera del laboratorio y a la posibilidad de que el virus del dengue se modifique como una forma de adaptación para su supervivencia.

Escrito por: Teresita de J. Vives Romero


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