Ferrocarril en entorno protegido

20.10.2010 13:26

   La línea ferroviaria de mayor altitud del mundo, ubicada en la meseta Qinghai-Tíbet, lejos de constituir un obstáculo en ese entorno natural y paisajístico chino se adentra en su belleza para acariciar de manera armoniosa cuán recurso la cobija.

   Esa vía, la más larga de meseta, penetra en la crudeza geológica de un suelo semiárido azotado por el gélido clima que contrasta con majestuosas montañas como las de Kunlun y Tangula. La estación de esa última se localiza a cinco mil 68 metros sobre el nivel del mar (msnm), la de mayor altitud del orbe.

   La construcción de esa infraestructura forma parte de un proyecto que prevé la aceleración del desarrollo socio-económico de la zona y el cual tiene como prioridad la protección ambiental. Su primer tramo, de 815 kilómetros (Km), entre Xining, capital de la noroccidental provincia de Qinghai, y Golmud, se completó en 1984.

   Las primeras pruebas no tripuladas de la sección entre esta última ciudad y Lhasa, capital de la Región Autónoma del Tíbet, comenzaron 1 de mayo de 2006 y el 1 julio del mismo año el presidente Hu Jintao la inauguró.

   Además del mencionado paso de Tangula, la vía férrea incluye el Túnel de la montaña Fenghuo (de mil 338 metros de longitud, pasadizo de ferrocarril más alto del mundo, a cinco mil 10 msnm) y el viaducto del río Qingshui, de 11,7 Km, situado a cuatro mil 600 msnm, el más largo de sus 675 puentes.

Unos 550 Km de vía se ubican sobre una capa de hielo permanente.

   Nombrado por la población local como la “ruta del cielo” –de la gloria o la felicidad- por los beneficios que le aporta,  la extensión del trayecto descrito, Xining-Lhasa (de mil 956 Km), fue iniciada el 26 de septiembre pasado.

   Previsto para concluir dentro de cuatro años, este otro tramo tendrá una longitud de 253 Km y unirá a Lhasa con la segunda mayor ciudad del Tíbet, Xigaze. Durante su recorrido atravesará cinco distritos y el Gran Cañón del río Yarlung Zangbo.

   Xigaze está localizada en la prefectura de igual nombre, de una extensión de 182 mil Km cuadrados, limítrofe con India, Nepal y Bután. Esa región es muy conocida por el Monte Qomolangma (Everest), el pico más alto del orbe, dominante del Himalaya, con ocho mil 848 msnm.

   La línea Lhasa-Xigaze desempeñará un papel importante para la promoción del turismo local y el uso racional de los recursos, según destacó el ministro de Ferrocarriles, Liu Zhijun. Diseñado para una capacidad anual de 8,3 millones de toneladas, el proyecto de construcción cuenta con un presupuesto de  mil 950 millones de dólares.

   La meseta Qinghai-Tíbet tiene más de 45 mil glaciares –la llaman el Tercer Polo de la Tierra o Techo del Mundo- que se forman durante el invierno y al derretirse fluyen hacia los grandes ríos asiáticos, el Yangtze, Amarillo, Brahmanputra y Mekong. Como medida para proteger ese rico y variado ecosistema, el tren está equipado con sistemas de reciclaje de residuos y todos los vagones son herméticos, lo que impide arrojar desperdicios hacia el  exterior.

   Así, gracias a trenes directos que conectan a Beijing, Chengdu, Chongging, Xining y Lanzhou con Lhasa, no solo los habitantes de la Región Autónoma del Tíbet podrán comunicarse mejor con otras ciudades importantes de China, sino también la altiplanice se abre a los amantes de la naturaleza  para su disfrute de  un  accidente geológico con características únicas y belleza incalculable, que tiene como sello el cuidado de tan preciado bien, a pesar de que el cambio climático arremete sobre su suelo.

Escrito por: Teresita de J. Vives Romero


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