El Reino de la flora y la fauna
Si hay un lugar en la Tierra que debemos admirar y por tanto proteger mucho más que cualquier otro, ese es aquél donde crecen los bosques pluviales tropicales o selvas. Estos ecosistemas albergan la mayor diversidad de especies en comparación con el resto de las biomasas terrestres por su ubicación, en la franja ecuatorial.
Su amplia distribución en forma de banda casi continua dentro de la zona intertropical le ofrece a nuestro planeta una singularidad exquisita, máxime si muestra por todas partes una flora y fauna exuberante, con especies endémicas, a lo que se une la variedad de culturas entre las comunidades que la habitan.
China posee uno de estos tesoros, la selva de Xishuangbanna. Para su protección, la nación asiática creó recientemente una fundación de igual nombre, institución que se centrará en la conservación de la biodiversidad, el cambio climático y el desarrollo sostenible en las poblaciones locales. Patrocinada por el gobierno, la sociedad acumula 752 mil dólares para su labor, con la ayuda además de empresas y público en general.
Situado en la región de Bubang, de la sureña provincia de Yunnan, y declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993, el referido bosque tropical es el más representativo y preservado del mundo de los de su tipo.
Con un área de unos dos mil 402 kilómetros cuadrados, acoge una cuarta parte de los animales vertebrados y una sexta de las especies vegetales del país (tres mil 500), lo que le otorga el sobrenombre de “Reino de la flora y la fauna”. Su gran diversidad biológica resulta un banco genético de elevada importancia para la investigación científica.
La zona, ubicada en el Trópico de Cáncer, disfruta de un clima templado todo el año y de una “eterna primavera”. La estación de lluvias dura cinco meses y la de seca, siete. Árboles gigantes típicos de esos ecosistemas como el llamado “Mirador del Cielo”, de una altura de 80 metros, así como plantas trepadoras y epifitas (crecen sobre otro vegetal el cual solo usan como soporte), en ocasiones con exóticas flores, dominan su pintoresco paisaje. Además, entre los extravagantes ejemplares que forman parte de ese hábitat se encuentran el elefante y pavo real.
Unos 158 kilómetros del río Lancang (Mekong) atraviesan esa selva de ecología primitiva y humedecen su suelo. De las varias etnias que habitan el lugar, la dai es la más numerosa, con un tercio de la población de toda la prefectura del mismo nombre, aunque cada una mantiene sus tradiciones, forma de vestir y comunicarse.
Múltiples funciones en la vida cotidiana y en las actividades culturales, artísticas y religiosas de los dai ofrecen las cerca de 100 especies de bambú de la región, debido a la experiencia adquirida en el cultivo y procesamiento de esa planta. En Xishuangbanna, cada aldea cuenta con un bosque preservado y es costumbre local no llevar a pastar a los animales ni recoger leña en él.
Las selvas tropicales son consideradas el pulmón de la Tierra porque absorben grandes cantidades de dióxido de carbono, uno de los principales gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global. Por eso, la tala indiscriminada constituye uno de los temas más sensibles al afrontar el cambio climático y la preservación de ese medio una garantía para el desarrollo sostenible.
Escrito por: Teresita de J. Vives Romero