China mira hacia el aire
En el camino hacia un desarrollo sostenible, China concentra sus esfuerzos en la solución de importantes problemas ambientales, entre los que destaca la calidad del aire, especialmente en las principales urbes, incluida Beijing, su capital.
La nación enfrenta un creciente proceso de urbanización. A finales del año pasado la población de las ciudades sobrepasó por primera vez a la rural y sumó el 51.27 por ciento de los cerca de mil 350 millones de la parte continental.
El impacto de ese fenómeno se ve reflejado en la ecología general, incluso de las zonas rurales, que deben responder a las exigencias de las metropolitanas. Mientras, el transporte, la industria y la construcción son los sectores más implicados en el cambio.
Sin embargo, la conciencia de la población en el campo respecto a la protección ambiental es más débil, de ahí la decisión de construir una red de vigilancia de la calidad del aire que se espera cubra esas vastas zonas del país una vez concluida a finales de este año.
De acuerdo con Wen Xiangcai, investigador del Centro Nacional de Monitoreo Ambiental, esa acción se inserta en el esfuerzo por extender hacia esas regiones la gestión contra la contaminación.
La iniciativa persigue construir una base de datos que sirva para la prevención y el control de la polución y abarca la formación de más profesionales ambientales para fortalecer la vigilancia técnica y ampliar la publicidad sobre la protección del entorno.
Este trabajo se suma al que lleva a cabo el gobierno en ese sentido en las ciudades y al del traslado de algunas pequeñas empresas, altamente contaminantes, hacia las zonas rurales, lo cual ejerce más presión sobre el medio ambiente del campo, de ahí la urgente tarea de controlar la contaminación en esas zonas, precisó Wen.
Vale recordar que una de las metas del país en su XII Plan quinquenal es reducir un 17 por ciento las emisiones de dióxido de carbono para 2015, en tanto prevé para 2020 incrementar en 40 millones de hectáreas su superficie boscosa total, con respecto a la de 2005.
Se propone además reducir en un 21 por ciento el consumo energético por unidad de valor agregado de producción industrial para el 2015, meta que conlleva a un ahorro de 670 millones de toneladas de carbón.
Zhou Shengxian, titular del Ministerio de Protección Ambiental, instó al finalizar el pasado año a analizar el sistema de medición de la calidad del aire vigente en ese momento, el PM10.
En consecuencia, el Consejo de Estado aprobó el 29 de febrero último la revisión de la norma que incluye el índice de partículas inferiores a los 2.5 micrómetros (PM 2.5), parámetro más estricto al tradicional PM 10 (de hasta 10 micrómetros).
Wu Xiaoqing, viceministro del ramo, reconoció en marzo pasado que el control de la contaminación será una ardua tarea ante la incapacidad del dos tercio de las ciudades del país de cumplir con los nuevos estándares que incluirán la concentración del ozono.
El proyecto de controlar ese tipo de partículas está previsto a implementarse en las principales ciudades chinas entre 2012 y 2013 y en todo el país en 2016, según se anunció.
BEIJING PIONERA DE LA INICIATIVA
Esta municipalidad comenzó a publicar el pasado 21 de enero en su reporte de calidad del aire el índice PM 2.5.
De acuerdo con el plan sobre el control de la polución atmosférica divulgado a principios de este año, Beijing reducirá los niveles de PM 2.5 en un 15 por ciento para 2015, con respecto a los registros de 2010. Para alcanzar ese objetivo, el gobierno local realiza diversas acciones en diferentes campos.
Una de ellas es que prohibirá a las empresas de la construcción la presentación de ofertas para nuevos proyectos por un período de seis meses si sus actuales obras registran irregularidades, incluidas grandes emisiones de polvo o derrame de materiales.
El vicealcalde de Beijing, Chen Gang, anunció en una conferencia sobre "construcción verde", que funcionarios del gobierno municipal y distrital realizarían inspecciones al azar en 100 obras en la semana de finales de mayo a principios de junio.
Las construcciones en el sector en esta capital han alcanzado un nivel no visto desde los Juegos Olímpicos de 2008, indicó, al precisar que en la actualidad existen más de 10 mil, de ahí la importancia de prestar mucha atención al tema de la contaminación por polvo, acotó.
A principios de abril pasado los departamentos de seguridad de la ciudad y de supervisión de la calidad inspeccionaron 225, ocho de las cuales fueron suspendidas.
Por otro lado, a principios de mayo Zheng Zaihong, funcionario del buró municipal de protección ambiental, anunció que Beijing eliminará este año 66 industrias altamente contaminantes, como parte de un plan que abarca a mil 200 para 2015.
Paralelamente, introducirá sistemas de aprobación e inspección de protección ambiental para las de sectores clave como la petroquímica, a fin de garantizar una reducción efectiva de las emisiones.
Antes de que finalice el año, autoridades ambientales de esta capital prevén supervisar la concentración de PM2.5 en 30 importantes avenidas de los seis distritos centrales.
El objetivo es determinar la cantidad de material particulado de un tamaño de 2,5 micrómetros o menos, altamente nocivo para el organismo humano, con vehículos acondicionados para esa función, y difundir los resultados de manera periódica.
Mientras, ha mantenido las restricciones respecto a la circulación de vehículos con un dígito determinado de matrícula y dejó exentos a los interesados en comprar autos ecológicos de la necesidad de entrar en el sorteo de placas, requisito establecido para adquirir un auto.
Para que se tenga una idea de lo que puede generar ese sector en cuanto a contaminación, a finales del año pasado, esta urbe registraba cuatro millones 980 mil vehículos y hoy cuenta con cinco millones. De ahí que se promueva la compra de coches de nuevas energías.
En cuanto a trabajos de reforestación para mejorar la calidad del aire, en 2012 serán plantados en las afueras de la ciudad 133 kilómetros cuadrados de árboles, que ayudarán también a evitar las tormentas de arena provenientes de los desiertos cercanos.
La medida, destinada a la construcción de varios "canales verdes" mediante la conexión de espacios ocupados por árboles, arbustos o plantas del centro de Beijing con bosques en los suburbios, es uno de los ocho planes para mejorar la calidad de aire en esta urbe.
Escrito por: Teresita de Jesús Vives Romero*
*Corresponsal de Prensa Latina en China