China: Más tiempo en casa
Frente a las enormes distancias que millones de chinos deben vencer para celebrar la Fiesta de la Primavera en casa, el tren bala constituye un alivio al reducir las horas de viaje y garantizar así más tiempo con la familia.
Desde el 19 de enero hasta el 27 de febrero, el movimiento humano en China es visible. Las ventas se disparan y por doquier se ven personas cargadas de regalos o con equipajes en dirección a puntos de partida, y en las taquillas, muchos esperan pacientes para adquirir su boleto.
Y es que la temporada de más viajes en China es la vinculada a la referida fiesta. Unos dos mil 600 millones se esperan este año, cerca del 12 por ciento por encima del anterior. Es también la fecha más deseada e importante para esta nación.
El aumento en el número de desplazamientos esta vez se debe al sólido crecimiento económico, señaló Xu Guangjian, vicedecano de la Escuela de Administración Pública de la Universidad Renmin, con sede en Beijing. La mejora de los ingresos y las infraestructuras de transporte facilitarán los viajes, añadió.
Debe recordarse que China vive un creciente proceso de urbanización por lo que muchos de los pasajeros son trabajadores migrantes que vuelven a las zonas rurales donde viven para estar con sus seres queridos durante la citada celebración.
La llegada de ese tradicional festejo -en esta ocasión el 3 de febrero- da paso al comienzo de su Nuevo Año Lunar, que tiene como símbolo al conejo, emblema de longevidad, según la mitología china.
Pero, a razón de lo explicado anteriormente, en los últimos tiempos no todos optan por viajar a sus lugares de origen, muchos se dirigen hacia ciudades turísticas como Sanya, en la provincia insular de Hainan, según indicó He Jianzhong, portavoz del Ministerio de Transporte, lo cual es otra causa del aumento de traslados previstos.
No por gusto el país, de más de mil 300 millones de habitantes, tiene como prioridad en sus planes anuales la mejora de ese sector, en especial, el ferroviario.
Este medio históricamente es el de mayor preferencia, al ser más económico con respecto al aéreo y menos lento y peligroso al de carretera, si se tienen en cuenta las adversidades climáticas que puedan presentarse. Únase a ello la comodidad y puntualidad.
Dentro de este sector los trenes de alta velocidad, también llamados rápidos o bala y conocidos como CRH (China Railway High Speed, por sus siglas en inglés), tuvieron un gran impulso en los últimos tres años y en especial en el recién concluido.
La nación asiática cuenta con la red ferroviaria de alta velocidad más larga del orbe, de ocho mil 358 kilómetros (Km) al cierre de 2010, que para el 2011 se espera llegue a los 13 mil y a 16 mil en 2015, según informó recientemente el ministro del ramo, Liu Zhijun.
Mientras, para el 2020 la longitud total de vías férreas en funcionamiento en China superará los 120 mil Km.
Pero, además, entre sus metas está romper este año el récord mundial de velocidad, de 574,8 kilómetros por hora (Km/h), establecido en 2007 por Francia con un TGV (Train à Grande Vitesse), en condiciones especiales de prueba.
Hacia nuevas tecnologías
Las aspiraciones de China en este campo van incluso más allá. El gobierno encamina sus esfuerzos hacia el desarrollo de una nueva tecnología de trenes rápidos de velocidades de más de 500 Km/h, con la cual liderará la construcción de esos medios de transporte.
Vale recordar que según la Unión Internacional de Ferrocarriles se denomina tren de alta velocidad (TAV)a aquel que alcanza velocidades superiores a 200 Km/h sobre líneas existentes actualizadas, y 250Km/h sobre líneas específicamente diseñadas a tal efecto.
En la nación asiática los más modernos operan a una velocidad de hasta 350 Km/h de manera confiable y segura, según fuentes del sector. El gobierno trabaja en la expansión de esta clase de vía debido a su importancia en el desarrollo económico, cultural y social de las distintas regiones del país.
Los TAV darán un notorio impulso a la reestructuración económica del territorio, no sólo por el hecho de ser rápidos, sino porque tienen una gran capacidad de carga, son más cómodos y su impacto sobre el medio ambiente es mínimo, de acuerdo con He Huawu, ingeniero jefe del Ministerio de Ferrocarriles.
Previo al inicio de los Juegos Olímpicos, en 2008, la nación asiática lanzó su primera línea de alta velocidad, entre Beijing y la municipalidad portuaria de Tianjin.
Luego, varios proyectos hicieron que entraran en servicio trayectos importantes como Wuhan-Guangzhou, capitales de las provincias de Hubei (en el centro) y de Guangdong (en el sur), respectivamente, Zhengzhou-Xi'an, (en Henan y Shaanxi) y los que enlazan a la municipalidad de Shanghai con Nanjing y Hangzhou, en el este.
Mientras, en junio próximo comenzará a operar la línea Beijing-Shanghai, de mil 318 kilómetros, que conectará a las dos ciudades más importantes de China y reducirá el tiempo de recorrido entre ellas de 10 a cinco horas.
A principios de diciembre, en un tramo de esa vía, considerada la más larga del orbe, un tren bala estableció récord nacional de velocidad durante una prueba. La marca de 486,1 Km/h se logró entre la ciudad de Zaozhuang y la de Bengdu, en las provincias orientales de Shandong y Anhui, respectivamente.
También, como parte de los planes de ampliación de ese servicio, se comenzará a construir una línea de esa clase entre las ciudades de Xi’an y Chengdu.
La vía, de 510 Km, será la primera de su tipo que atravesará las montañas Qinling, de mil a tres mil metros de altura, por lo que el referido trabajo requerirá la perforación de 127 Km de túneles.
El tiempo de viaje entre las dos urbes, capitales de las provincias de Shaanxi y Sichuan, respectivamente, se reducirá a dos horas, de 13 en la actualidad. El tren alcanzará una velocidad de 250 Km por hora.
Pero, vale destacar otro gran logro del sistema ferroviario chino. Se trata de la inauguración en diciembre pasado de un tramo de 377 kilómetros que pasa a la historia como una hazaña, al incluir 159 túneles y 253 puentes entre montañas escabrosas.
Construida por 50 mil trabajadores, la línea Yichang-Wanzhou fue la más costosa y difícil de montar por discurrir a lo largo del borde oriental de la meseta Yunnan-Guizhou, en el suroeste del país, y costar tres mil 410 millones de dólares, es decir, unos nueve millones de dólares por cada kilómetro de vía.
Con su apertura, la duración del recorrido entre el distrito de Wanzhou, en la municipalidad suroccidental de Chongqing, y Wuhan, capital de Hubei, se acortará de 22 a cinco horas.
Ello facilitará los desplazamientos entre las regiones del centro y este y las zonas montañosas de suroeste, menos desarrolladas económicamente. También se espera que sectores como la agricultura, industria, comercio y turismo se fortalezcan.
Uno de los principales desafíos de esta ruta fue el túnel de 10 mil 528 metros que atraviesa la montaña Qiyue, el cual requirió casi seis años de trabajo debido a las complejas y peligrosas condiciones geológicas.
Toda esta infraestructura y otras permiten a millones de pasajeros cumplir uno de los mayores deseos del año, a pesar de que los viajeros continúan aumentando.
Escrito por: Teresita de J. Vives Romero