China: Gestionando el ruido
Desde la antigüedad el ruido causa molestias, pero éstas no constituían una preocupación global como lo son en la actualidad a consecuencia del desarrollo creciente de la industria, la urbanización y la multiplicación de los medios de transporte.
El hombre, con su accionar en el transcurso del tiempo, a la vez que mejoraba su entorno para una mayor calidad de vida, también lo empeoraba, con resultados negativos para su salud debido a los diferentes tipo de contaminación generados por su actividad.
Sin embargo, de todas ellas, poco se hace y se habla de la acústica, que aunque no origina residuos ni produce un efecto acumulativo en el medio, sí lo hace en el ser humano, al poder ocasionar serios daños fisiológicos, sociales y psicológicos en personas o comunidades.
Ante este problema, acrecentado en las megaciudades del mundo (aquellas con más de 10 millones de habitantes), donde el ruido supera los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), algunos países como China refuerzan sus acciones.
Precisamente, una de las prioridades de los planes de protección medioambiental para este quinquenio en este territorio asiático es precisamente reducir la contaminación sonora a nivel nacional y local.
Para combatir con más fuerzas ese mal en sus principales urbes, el gobierno chino divulgó nuevas normas enfocadas al transporte, la construcción, la industria y el sector residencial.
De acuerdo con funcionarios del Ministerio para la Protección del Medio Ambiente, a las 113 mayores ciudades del país se les orientó levantar este año al menos una valla que informe a la población sobre la cantidad de decibelios (unidad empleada en acústica para expresar la intensidad del sonido) generados.
La instrucción plantea que la contaminación de ese tipo causada por trenes de alta velocidad y aviones debe atenderse con vistas a reducir las afectaciones que puedan producir en residentes cercanos a las instalaciones vinculadas a los referidos medios de transporte.
Otras disposiciones estipulan construir barreras contra el ruido en las carreteras de zonas residenciales y la solicitud de un permiso por parte de los responsables de proyectos de construcción urbanos con un nivel sonoro elevado.
Con respecto a esto último asegura que se reforzarán los controles y fijaran límites a sus jornadas laborales. Mientras, a los establecimientos de ventas se les prohibirá usar altoparlantes para atraer a los transeúntes.
Por otra, a esas 113 urbes se les pidió identificar las mayores fuentes de ruido e instalar equipos que midan su intensidad a fin de establecer una red supervisora.
Con más de mil 300 millones de habitantes, China es el país más poblado del mundo. Su creciente desarrollo económico incrementa de forma acelerada la urbanización, por lo cual estas normas, que incluyen multas para quienes las violen, responden a esa realidad.
A este fenómeno global se asocian los posibles trastornos a la salud mencionados, que incluyen pérdida de audición, estrés, dificultades para dormir, indigestión, hipertensión, irritabilidad, incidencia negativa en el aprendizaje y accidentes cerebrovasculares.
Se suman además efectos sociales y económicos negativos como la baja productividad laboral y la disminución de los ingresos por turismo, entre otros aspectos.
Vale destacar que también estudios corroboran consecuencias adversas sobre la fauna como el desplazamiento de muchas especies de sus hábitats naturales y alteraciones en su reproducción y alimentación.
El incremento de los niveles de ruido ha crecido de forma desproporcionada en las últimas décadas. El término contaminación acústica se refiere a un sonido molesto para el receptor o una sensación auditiva desagradable.
Un informe de la OMS considera los 50 dB como el límite superior deseable. Mientras, el umbral del dolor para el humano se alcanza a partir de los 140 dB y puede causar la muerte cuando llega a 180 dB.
Por debajo de unos 45 no se perciben molestias.
Para que se tenga una idea más exacta, ponemos algunos ejemplos de niveles de intensidad del sonido: respiración tranquila-10 dB, aglomeración de gente-50/60 dB, tren-80dB, claxon de auto-90 dB, perforadora eléctrica-100dB, interior de discotecas-110 dB, motos sin silenciador-115 dB, taladro-120 dB, despegue de un avión-130 dB.
Manejo del ruido
El manejo del ruido incluye el monitoreo de los niveles de intensidad, la identificación de las fuentes más importantes, la elaboración de mapas y modelos de exposición y las medidas de mitigación y prevención, según estudiosos del tema.
Analizar su impacto es de vital importancia para su gestión. Ello abarca la fuente, magnitud, evaluación de los daños sobre la salud, población en riesgo, cálculo de la relación exposición-respuesta, evaluación del peligro y estudios de costo-beneficio.
Disfrutar del silencio hoy resulta casi imposible en las zonas urbanas. Sin embargo, la contaminación sonora es posible reducirla si empleamos tecnología inocua y racional y prestamos especial atención a las emisiones de ruido con regulaciones del tránsito y la velocidad.
La instalación de pantallas antiacústicas o revestimientos fonoabsorbentes pueden también paliar el problema.
En la actualidad disímiles materiales aislantes pueden utilizarse para ese fin. En esto influye su masa. Así una capa de cemento, plomo o ladrillo de un centímetro de espesor aísla más que el vidrio. Sin embargo, también sirven otros más ligeros como el corcho, la madera o sistemas de yeso laminado con fibras minerales.
Algunos ejemplos de uso son el doble acristalamiento de ventanas o el empleo de tiras de caucho que impidan el paso del aire (vehículo del ruido), pantallas paralelas a vías férreas o carreteras que creen una barrera acústica, la utilización de placas fabricadas con espuma de poliuretano (material plástico poroso conocido como poliespuma).
Como protección personal existen los denominados tapones auditivos, que tienen la capacidad de reducir el ruido en casi 20 dB.
Según las predicciones del horóscopo chino, en el Nuevo Año Lunar-comienza el próximo 3 de febrero- la contaminación y el ruido excesivo serán un problema, por tener como emblema al conejo, animal cuyo sentido más desarrollado es el oído -a la mínima sospecha de peligro emprende la carrera-.
Por eso, sirva entonces el 2011 para ser más conscientes al respecto y contribuyamos a disminuir el ruido para vivir más tranquilos y en armonía con nuestro entorno.
Escrito Por: Teresita de J. Vives Romero