Antártida: La ciencia vence los misterios
Muchos son los secretos aún por descubrir de la Antártida para lograr una visión completa de lo que quizás fue un territorio habitado, perdido o emergente. Sin embargo, las crecientes investigaciones científicas en esa gélida reserva natural nos acercan cada vez más a su verdadera historia.
Uno de los resultados más relevantes de las exploraciones a este lugar del globo será sin dudas el que China espera obtener cuando concluya el mapa topográfico más completo y preciso del continente helado, según se anunció.
Imágenes satelitales captadas desde 1999 durante el verano austral, permitirán a expertos del gigante asiático construir una carta geográfica con una precisión 20 veces superior a las ya existentes, en la que será posible apreciar la superficie de mar helado, las rocas, grietas de hielo, marismas y los lagos.
Cheng Xiao, vicedecano del Colegio de Cambio Climático y Ciencias Terrestres de la Universidad Normal de Beijing, explicó que la representación cartográfica permitirá ahondar en el conocimiento geográfico de la Antártida y en los efectos que sobre ella ejerce el calentamiento global para pronosticar la posibilidad de afectación de este fenómeno sobre el nivel de los océanos en la Tierra.
China envió su primera expedición al continente blanco en 1984. Luego estableció las estaciones Changcheng (Gran Muralla), al sur de la Isla Rey Jorge, y Zhongshan, al sur de la bahía de Prydz en la península Mirror, en 1985 y 1989, respectivamente.
La tercera base inició oficialmente su operación el 2 de febrero de 2009. Situada en el punto más alto del casquete polar, de cuatro mil 300 metros de altura sobre el nivel del mar y conocido como Domo A, está diseñada para cubrir un área de 558.56 metros cuadrados. Esta es la única estación china en tierra adentro de la Antártida.
Dichas instalaciones aplican nueva tecnología de informática y televisión satelital, una red local e Internet para facilitar los intercambios de información.
A fin de proteger el ambiente antártico, se construyó un avanzado sistema de tratamiento de aguas negras e instalaciones para incinerar basura, que es regresada, junto a desechos no degradables y sólidos, a China para su tratamiento.
Medidas estrictas rigen también a bordo del buque de exploración Xue Long (Dragón de nieve) toda vez que se les prohíbe a los tripulantes arrojar desperdicios al océano.
La nación asiática ha realizado en los últimos 25 años unos cuatro mil viajes al Polo Sur. La vigésimo sexta expedición científica zarpó desde Shanghai hacia el continente helado el pasado 13 de octubre y regresará a casa el próximo 4 de abril. Sus 251 miembros prevén desarrollar 59 proyectos de investigación.
El objetivo de esta misión es recolectar datos biológicos, químicos, físicos y atmosféricos del océano desde diferentes latitudes. También realizará la primera observación aérea a gran escala de los icebergs y mares de la Antártida mediante una aeronave civil no tripulada, equipada con cámaras, radiómetros y sensores infrarrojos.
Para abril próximo entrará en funcionamiento un laboratorio en la estación Zhongshan, que ampliará la investigación científica geoespacial en ese continente. Otros estudios incluyen los efectos de las condiciones climáticas extremas en la salud humana.
Así China, desde que fue admitida como miembro asesor del Tratado de la Antártida, en 1985, contribuye a la cooperación internacional, a la investigación humana, al uso pacífico del Polo Sur y a desentrañar los misterios que esconde la Antártida.
Escrito por: Teresita de J. Vives Romero